Desde el 2016 venimos diciendo que a los grandes problemas que enfrentamos en torno al narcotráfico, la fracasada guerra contra la delincuencia organizada y la trata de personas se ha agregado el conflicto migratorio.
Desde aquel tiempo nos venimos movilizando. Hemos encontrado la cerrazón de las autoridades, que prefieren dialogar con todos esos polleros que se disfrazan de defensores de los derechos humanos antes que otorgar a un ciudadano honesto su derecho de petición.
El punto es que los reportes ya no son nuestros ni de los muchos ciudadanos que abrieron foros en redes sociales para expresar su descontento sobre las consecuencias de la crisis migratoria en el sur del país. En el mes de agosto fue la propia agencia EFE la que reportó en inglés el incremento de la migración cubana en Tapachula, donde mujeres inmigrantes han sido reclutadas para trabajar en centros nocturnos como desnudistas.
Como era de esperarse, se trata de giros negros donde mujeres centroamericanas también han sido reclutadas. Nada se sabe sobre su situación migratoria real y aunque el establecimiento mencionado en el artículo parece tener todo en regla, existen otros muchos puntos de giro negro donde dicha contratación se da de forma totalmente irregular.
Además, son muchas las jóvenes venezolanas, cubanas y centroamericanas expuestas a redes de prostitución como consecuencia de las olas migratorias y la permisividad de nuestras autoridades, quedando su integridad física en grave riesgo por su propia situación de vulnerabilidad y anonimato en nuestro país.
Esto sin mencionar que Tapachula y otras ciudades fronterizas de nuestro país ahora enfrentan serios problemas de servicios públicos, hacinamiento, conflictividad social y desempleo de nativos una vez que los extranjeros ilegales se han convertido en mano de obra de regalo para quienes ahora prefieren contratarlos a ellos que a los mexicanos, lo cual ha propiciado una segunda ola de migración interna con cientos de chiapanecos nativos asentándose en la ciudad de México y otras ciudades de nuestro país en búsqueda de empleo y oportunidades.
Resulta peculiar también que sean los cubanos la tercera población extranjera con más solicitudes de asilo, justo cuando un gobierno de izquierda se encuentra en el poder. Bien dijeron en su momento que Fidel Castro siempre fue el primer priista de Cuba. Después de todo, fueron los servicios secretos mexicanos encabezados por Fernando Gutiérrez Barrios quienes ayudaron a Fidel a construir su eficaz aparato represivo.
Y mientras todo esto sucede, nuestra población sigue inerme ante los invasores, sufriendo las consecuencias de políticas económicas fallidas en sus países de origen y en el propio México, donde tendremos en las boletas del 2024 a las mismas personas de siempre, compitiendo por un puesto público bajo las mismas consignas buenistas.
Fuentes originales:
Cuban migrant women on Mexico’s southern border work local strip clubs
