La infiltracion de la agenda ultraliberal en la izquierda mexicana no es cosa de ahora. Para entenderlo, hay que analizar el origen del PRD en 1989.
La Corriente Democratica del PRI encabezada por Cardenas, Muñoz Ledo y Lopez Obrador había sido parte de un regimen socialista pero no alineado, considerado como autóctono y nacional.
Por el contrario, el viejo Partido Comunista Mexicano y sus aliados representaban un ala politica extranjera cuya inspiracion venía de Moscu o Pekin, pero mas que nada en Italia (el eurocomunismo).
Hoy, el cardenismo gobierna el país a través de Morena sin muchos cambios en su proyecto porque el cardenismo nunca cargó con el estigma del Muro de Berlin.
Sin embargo, la evolución del ala marxista del PRD hacia un liberalismo extremo es comprensible porque se basa en la socialdemocracia liberal europea que sustituyó al eurocomunismo.
Este es entonces el origen de la ciudad arcoiris, de la legalizacion del aborto y el matrimonio igualitario que la derecha llama “marxismo cultural”, muy distinto al marxismo que tuvo su auge en China y Europa Oriental.
Marxistas del pasado como José Stalin, Kim Il Sung, Nicolae Ceausescu o Mao Tse Tung se caracterizaron por un exacerbado tradicionalismo que defendía la identidad nacional frente a cualquier moda extranjera.
Los hippies, la “diversidad sexual”, las drogas o el aborto eran considerados enfermedades propias de una sociedad burguesa en decadencia.
Los Ejercitos comunistas fueron siempre un símbolo de patriotismo, de disciplina y de jerarquía en naciones vapuleadas por la represión y el desastre económico.
El unico paralelismo que podríamos hacer es en cuanto a la lucha de clases. El viejo marxismo planteaba la toma del poder por parte del proletariado oprimido. Como espejo, el marxismo cultural es una lucha de las minorias contra las mayorias: mujeres contra hombres, gays contra heterosexuales, y así sucesivamente.
Pero el “marxismo cultural” realmente no existe. No es mas que un invento de la derecha para describir la fase terminal de una “civilizacion occidental” que ha seguido su curso evolutivo hasta nuestros días.
Es esa misma “civilizacion occidental” que defiende la derecha la que ha dado origen al mundo moderno y al liberalismo economico que promueven personajes como Santiago Abascal, Donald Trump o Jair Bolsonaro.
Son estos mismos conservadores los que organizaron el complot del 20 de julio de 1944 para derrocar a Hitler so pretexto de que los nazis alemanes eran “hombres del Este” y enemigos de la “cultura occidental.
Es ese mismo pasado de mojigateria y refinamiento que defienden los conservadores la que ha dado origen a la podredumbre moral del mundo moderno.
Para Gloria Alvarez restringir el derecho al aborto agrede la libertad personal de aquellas que quieren abortar. Para Santiago Abascal, suprimir las corridas de toros agrede los derechos de un grupo de personas que “defienden sus preferencias”.
En el fondo, tanto la “derecha alternativa” (alt right) como la abortista feminista Gloria Alvarez han construido su plataforma politica en base a reivindicaciones individualistas.
El Frente Nacionalista de Mexico no es un movimiento a favor de liberalismos economicos e individualismos. Nuestra base filosófica es diametralmente opuesta a los valores que caracterizan al mundo moderno.
So pretexto de la democracia y los derechos humanos, tanto el conservadurismo como el liberalismo han impuesto su “cultura universal” a todos los pueblos.
Es esta “cultura universal” falsamente llamada “civilización occidental” la que debemos rechazar porque destruye el potencial propio de los pueblos, impidiéndoles conformar su propio camino al progreso.
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